Seguro que alguna vez, habéis visto a una pareja discutir repetidamente
en su dĂa a dĂa, incluso faltándose al respeto. EstarĂ©is de acuerdo conmigo, en
que lo primero que nos preguntamos ante tal situaciĂłn es: ¿por quĂ© seguirán juntos?
Las cosas no siempre son lo que parecen en una relaciĂłn. Una vez aprendĂ que “no es
oro todo lo que reluce”.
Fuera de la confianza, las personas suelen dar una cara muy poco
parecida a la que en verdad, podemos apreciar dentro de su dĂa a dĂa. Por
ejemplo, en una pareja, la persona que parece más dependiente puede ser la
dominante dentro de la relaciĂłn y cumplir el papel contrario al que percibimos
nosotros como espectadores.
Es cierto, que cuando tenemos problemas o percibimos situaciones
negativas, nuestra parte racional reacciona evitando tales experiencias
simplemente para sobrevivir a ello. Pero ya son muchos los estudios, que
demuestran la rabia o el miedo como
una forma de vĂnculo.
Incluso, teniendo en cuenta los
resultados de estas investigaciones, podemos afirmar que en algunas ocasiones, la
rabia puede ser más poderosa para mantener una pareja unida
que el enamoramiento.
Cuando tenemos una relaciĂłn,
buscamos caracterĂsticas que la constituyan como una experiencia armoniosa,
pero este argumento sentimental no siempre se consigue. Partiendo de la
base de que una relaciĂłn difĂcil, se construye y se elige entre ambas
personas, hoy vamos a daros las 8 razones por las cuales las parejas
infelices siguen juntas.
1. Los sentimientos de culpa. Hay
personas que permanecen en una relaciĂłn por la presencia de
sentimientos de culpabilidad si dejan a su pareja. Normalmente, suelen ser
situaciones que despiertan sentimientos de pena hacia la otra persona.
2. Juegos de poder. Cuando
en una relaciĂłn existe una distribuciĂłn desigual de trabajos o de cualquier
otra situaciĂłn dentro de la misma, la pareja que no es tan activa suele
depender del otro, dejándose llevar e incluso “arrastrar” emocionalmente. Si
se da esta situación, la persona en cuestión se sentirá perdida sin el otro,
que lleva la voz cantante de la relaciĂłn.
3. No expresar lo que verdaderamente
se siente o piensa. A pesar de la imagen que nos
puedan dar las personas, no todo lo que vemos es “lo que parece”. Haz
la prueba contigo mismo.
Habrá infinidad de momentos en los
que te hayas sentido muy molesto, pero has tenido que mantener la compostura de
neutralidad para no perder tu trabajo, una relación o simplemente no dañar a la
persona que tienes al lado o a ti mismo.
Si en una relaciĂłn no estamos
sintiéndonos y actuando fieles a nuestros valores, o nuestra pareja no está
actuando positivamente, podemos sentirnos frustrados y enfadados con nosotros
mismos simplemente por consentir dicha situaciĂłn. Cuando esa rabia la
proyectamos hacia nuestra pareja podemos aliviarnos de forma temporal, pero
despuĂ©s ese enfado o rabia volverá, generando un cĂrculo vicioso/adictivo.
AsĂ, esconder, difuminar o
no contar lo que pensamos o sentimos nos hará mantener una relación, en
ocasiones, “irreal”.
4. Las parejas desarrollan
“acuerdos” que se suponen, pero no se expresan formalmente. Realizar
acuerdos entre dos personas que se sobreentienden, pero nunca llegan a
acordarse formalmente, puede volver peligrosa la relaciĂłn, cuando el
propósito de estos acuerdos silenciosos es permitir y/o evitar hábitos como
la infidelidad, el exceso de gastos, un mal comportamiento… Por eso es
fundamental, una buena comunicaciĂłn verbal y no verbal en una pareja, siendo
transparentes y verdaderos en todo momento.
5. Si existe un maltrato, es que hay
una persona que cree merecerlo. En la mayorĂa de los casos, los adultos
son participantes voluntarios en las relaciones, sin importar lo poco
sanas que sean, ya que pueden existir recompensas ocultas para ambas
personas. Las razones más comunes para justificar seguir juntos, suelen ser
los hijos, las finanzas, el tiempo invertido, la vergĂĽenza de separarse, la religiĂłn
de ambos…
También, si nos encontramos en una
relaciĂłn en la que existe un maltrato emocional, puede ser que uno de los
miembros pueda creer que merece ser maltratado. Esta situaciĂłn puede
cambiar si se internaliza el mensaje de que no
mereces sufrir un abuso emocional por parte de tu pareja.
Con esta nueva forma de sentir y
pensar, aprenderás a decir no y desarrollarás un ego sano, necesario para
superar la situación. Al final, serás consciente de que ninguna
situación negativa, malentendido o daño cometido, justifica tu infelicidad.
7. Esperanzas y tiempo. Las
cosas pueden cambiar, es cierto, pero no suele ser lo habitual y más cuando la
situaciĂłn de malestar es prolongada en el tiempo.
Hay muchas personas que prefieren
escudarse en las esperanzas y el paso del tiempo, como justificaciĂłn a su
relaciĂłn de pareja. Pero lo cierto es, que, si llevan mucho tiempo siendo
infelices, el cambio será más complicado si no hay compromiso y actitud por
ambas partes.
8. ApariciĂłn de miedo e inseguridad
ante la posibilidad de dejarlo. En
muchas ocasiones, las personas deciden mantener la relaciĂłn que tienen, aun
cuando no son felices, por miedo a equivocarse en su decisiĂłn de dejarlo o por
la inseguridad de no saber cómo será una vida sin el otro.
Las personas sanas emocionalmente
saben emplear positivamente sus propias herramientas.
Cuando eres consciente de todas las
caracterĂsticas y situaciones emocionales que nos pueden llevar a arrastrar y
mantener una relaciĂłn de pareja negativa, puedes ser capaz de no tener miedo a
estar solo con tus propias frustraciones e inseguridades. Te conoces, eres
consciente de tus barreras y lo mejor, te sientes libre de amar y ser
correspondido.
Source: https://lamenteesmaravillosa.com/
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