La historia de mi vida
De pequeñitos tendíamos a creer que usar lentes era lo más cool que nos podría pasar, esto por varias razones, te ves sexy, interesante o intelectual, pero la verdad es que no, no lo es. Empujarlos porque se resbalan de tu nariz, o el dolor y las marcas detrás de las orejas son sólo algunos de los problemas con los que lidiamos a día a día.
A continuación te dejamos algunas situaciones con las que te identificarás completamente.
1. Cristales empañados
Beber café o sopa se vuelve toda una hazaña, porque los vidrios de tus lentes quedan igual que los del auto del Titanic: empañados. Y como no veía nada agregué sal en vez de azúcar. Qué triste.
2. ¿Me los prestas?
Todo el mundo quiere probarse tus lentes como si fueran de la última colección de moda de Gucci. No son un juguete ¿ok? son mis ojos, sin ellos no veo nada.
3. ¿Cuántos dedos vez aquí?
Como si realmente no viéramos nada. Bueno, casi nada en realidad.
4. Películas 3D
Usar los lentes para películas 3D sobre tus lentes ópticos no sólo se ve raro, sino también es sumamente incómodo. Si no quieres sufrir esos molestos efectos secundarios, mejor ve una película en 2D.
5. Perder tus gafas
Que irónica es la vida: pierdes tus lentes, pero los necesitas para poder encontrarlos. Vida cruel.
6. Lentes de sol
Que sí. Una receta de gafas ópticas para el sol puede escapar del presupuesto de tu bolsillo. A veces, hay que ser un poco ingenioso.
I forgot to bring prescription sunglasses on my trip so now I’m driving round the Gold Coast looking like this pic.twitter.com/35ueEcrNPW— Jemima Skelley (@jemimaskelley) 7 de noviembre de 2017
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